Autora: Astrid Ortiz.
Para hacérsela aún peor a Karen, (en el momento en el que
Astrid dejó de ser el centro de atención de la clase) (y como Javier no se
puede quedar sin su alumna consentida y sin su alumna a la cuál hacerle la vida
imposible (o al menos intentarlo)) Astrid se convirtió en esta última alumna y
Naydelin (Nay) en la consentida. Ella en ese entonces tenía 15 años (cuando empezó
a ganarse el cariño de Javier. Se convirtió en su enana, su nana, su chaparra
fea… y eso provocó las envidias y celos de Karen.
¿Pero Karen cómo se enteró? (seguro te preguntas). Bueno:
(antes déjame explicarte algo):
Nay, pertenece al mismo grupo y es amiguísima de Astrid.
Ahora sí: ¿qué pasó?:
Karen (entre plática y plática con Astrid) le preguntó:
--“Oye: ¿sabes si Javier tiene favoritos?”--.
Astrid (sin saber qué clase de enfermedad vive en el cerebro
de “La Loca por… Javier se llama ¿no?) le contestó con confianza:
--“HMMM, sí; es Nay (una amiga mía)”—
Karen (con cara de enojada y celosa como siempre): --“¿Naydelin?”--.
Astrid: --“sí, ella”—
Karen: --“ella se la pasa de “lame botas” con los maestros;
(con todos, no nada más con él).
¿verdad que eso está mal?”--
Astrid: --“¿lo de andar de “lame botas”? sí.
Pero ¿quién te dijo que Nay era así con todos?”—
Karen: --“¡se le nota mi amor!; por algo saca tanto 10.
No te juntes con ella; ¡es mala influencia para ti!”—
Astrid: la dejó en visto.
(una hora después):
Karen: --“Astrid: ¿sí le hablas mucho a Nay?”—
Astrid miente y le dice: --“no ¿por qué?”--.
Karen: --“porque no quiero que le digas nada de lo que te
dije ¿ok?”—
Astrid sonríe y escribe: --“ok”--.
Pero ¿qué crees?:
Karen no solo mantenía conversación con Astrid; también iba
de hipócrita con Nay (no a hablarle mal de Astrid) pero sí a preguntarle por Javier, a pedirle que le mandara saludos de su parte, ah, y lo más importante:
a reclamarle por ser su consentida… (sin que ni Astrid ni Nay se dieran cuenta):
Karen le manda un mensaje a Nay: --“Oye, ya me enteré de que
andas chiflada con Javier. Déjalo en paz, debes entender que él solo es tu
maestro. Ya me enteré de que eres su consentida eh; deja en paz a mi hombre”--.
Nay le responde al mensaje: --“¿Qué tiene de malo darle un
abrazo?. Además: yo no lo abracé, él me abrazó a mí.
Karen: --“¡no corazón ; no es cierto!. A mí no me quieras
engañar; si ya te dije que ya me enteré de que tú eres su consentida y sabrá
Dios ¿por qué?... mejor dedícate verdaderamente a estudiar y no a pararte de
pestañas con los maestros para pasar, cariño”--.
(Nay la deja en visto).
Una semana después:
Karen le manda un mensaje a Astrid: --“Oye Astrid: ¿Nay
sigue siendo la consentida de Javier?”--.
Astrid le responde: --“Sí ¿por qué?”--.
Karen: --“no; yo solo preguntaba.
Oye, es que Javier siempre les pone un apodo a todos ¿no?”—
Astrid: --“sí”—
Karen: --“¿a ti cómo te dice?”—
Astrid: --“Chavela”—
Karen: --¿pero qué no así le decía a Lisi porque ese es su
segundo nombre y al profe se le olvidaba el primero?”—
Astrid: --“sí. Pero a mí también me dice así porque se le
olvidan mis 2 nombres (que son Astrid Araxi) y como no me dice ni Astrid ni
Araxi porque se le olvidan (según él) pues me dice Chavela”—
Karen: --“OOH.
¿Y a Nay ¿cómo le dice?”—
Astrid: --“HMM, le dice muchos:
Por ejemplo: Nana, enana, Chaparra Fea… y así”--.
Karen: --“AAH ok, bueno corazón, buenas noches, ya te voy a
dejar descansar”—
Astrid: --“Buenas noches Karen que descanses”--
A los 5 minutos después:
Karen le manda un mensaje a Nay: --“Hola Nana. Creí que Javier
estaba muy enfermo y no tenía ánimos para nada. Pero bueno; sigue abrazándolo”--
(Nay solo la dejó en visto).
De repente Karen también se enteraba de cosas de Javier que Astrid
no le había dicho. Por ejemplo los días en los que Javier (por fortuna de
Astrid) no asistía a clases, o si se enfermaba o cosas por el estilo.
Nay y Astrid comenzaron a tener sus sospechas: ¿cómo es posible
que Karen se enterara de cosas que Nay no le había dicho?
¿cómo es posible que Karen se enterara de cosas que Astrid
no le había dicho?.
Así que Astrid le pidió amablemente a Karen que dejara de
reclamarle a Nay lo que Astrid le contaba. Pero Karen hizo caso omiso: siguió
reclamándole a Nay todo lo que Javier le decía o si la abrazaba o cosas por el
estilo… para ella jamás se darían cuenta del todo las 2.
Es así como inicia:
El Plan de Nay y Astrid…
Continuará…
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