Imagínate a Javier de ésta manera:
Él entra a una oficina y se sienta en una de las sillas, hay
un directivo sentado justo enfrente de él con unas hojas en la mano. ¿qué son
esas hojas?: es el documento que les entregó Astrid como forma de evidencia de
todo lo que ha pasado hasta ahora en su curso de bachillerato. –“tengo algo no
muy agradable y sumamente serio qué hablar con usted, maestro; así que necesito
que me responda (por favor) con toda sinceridad si quiere que éste caso acabe a
su favor. De no ser así y si usted nos miente, de todas formas nos enteraremos
y lastimosamente procederemos a tomar una sanción en contra suya”--.
(Javier asiente con la mirada).
Directivo: --“bien. Dígame: ¿por qué no se dispone a hacerle
una justa evaluación a la alumna Astrid? ¿por qué tantas burlas hacia su
discapacidad? ¿cuál es el problema y por qué lo tiene con ella?...
Empecemos por partes:
Dígame: ¿cuáles son los criterios de evaluación que usted
toma en cuenta con ella en su asignatura? ¿dónde está la tabla especial que
usted le dijo al Licenciado Antonio tener?”--.
Javier: (con cara de vergüenza) --“no, la verdad no la tengo”--.
Directivo: (molesto) –“¿y eso qué quiere decir?: ¿Qué le
está regalando la calificación?”--.
Javier: --“no, no; yo la evalúo igual que a sus compañeros”--.
Directivo: --“¿ha pensado por lo menos alguna vez en que
esos criterios no son justos para ella, en que esa forma de sellar no le da ni si
quiera una oportunidad de tocar la computadora o el cuaderno?. Porque claro que
por su puesto que se lo han dicho ya más de 3 veces. ¿por qué no lo quiere
entender?. Yo necesito que usted ponga de más interés en ese sentido, y aún así
no veo ningún tipo de mejora Javier ¿qué es lo que está pasando?. Porque no es
la primera vez que usted es reportado con ese comportamiento. Si nos vamos más
atrás, acuérdese usted también de Lisi. Con Astrid ya van de 3 a 5 veces que se
le reporta, y, cuente las de Lisi también. Tan bueno que es para pedir cosas,
para poner excusas, pero no para poner o innovar nuevas formas de trabajo
¿verdad?. Esta usted muy serrado de mente, muy bloqueado, muy paralizado con
esa necia idea de seguir trabajando como antes; no señor, estamos en pleno 2019,
ya entiéndalo y busque nuevas formas. Mire qué clase de ejemplo les pone usted
a sus alumnos diciéndoles en todas las clases que busquen formas de trabajar,
que inventen, que sean líderes y vea ahora lo que viene hacer usted y de lo que
hoy aquí los 2 estamos hablando. ¿en qué papel nos deja como escuela señor?. Ahora:
pasemos a otro punto:
¿De dónde saca usted esa fatal idea de que la obligación de
enseñarle la tienen sus compañeros de clase y no usted (a quien por cierto se
le está pagando?)?”--.
Javier: --“no, sí; les prometo que voy a cambiar eso; voy a
actuar”--.
Directivo: --“¡NOOO SEÑOOOR!; no me diga que va a actuar;
actúe. No quiero disculpas; quiero cambio de actitud y Astrid también.
Procure además siempre entregar evaluaciones y materiales en
tiempo y forma maestro (se lo exijo). Si tiene algo que hablar con ella, hable
con ella, no con sus compañeros ni compañeras, que para eso es usted aquí el
maestro ¿o no?”--.
Javier: (vuelve a asentir con la mirada).
Directivo: --“¿por qué esa forma de despedirse tan
groseramente de ella o simplemente ignorarla?”--.
Javier: --“no me había dado cuenta, perdón”--.
--“¿por qué le puso el formulario cerca de la cara y le
dijo: --“mira, ve el formulario?”. No le vamos a tolerar esas conductas
maestro. Nosotros las conductas de discriminación las esperábamos un poco de
sus compañeros, ¿pero de personal docente? Nunca nos imaginamos y qué vergüenza
que usted nos deje ver que realmente sí puede ser así”--. (Le sermoneó el
directivo).
Después de ahí, Javier habló maravillas de Astrid. –“no
tengo palabras. Ella para mí es una niña súper especial, es mi mejor alumna”--.
Directivo: --“¿entonces por qué la subestima?. Ella tiene muchas
habilidades: toca el piano, canta, es oradora, es un poema andando… ¿por qué
esa contradicción entre lo que usted dice pensar y lo que hace?”--.
(Se hace un corto silencio).
Directivo: (le enseña la boleta de calificaciones de Astrid)--“mire
su boleta de calificaciones. 10, 10, 10, 10, 10, 10, 9, 8, y un 7 que no
merece.
Hay que dejarla crecer, aprender, porque ella a eso viene.
Nos vemos en la junta de maestros”--.
Continuará….
Ver capítulo siguientesígueme en mis redes sociales:
Facebook y Twitter.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Tienes algo qué decirnos? ¿tienes algo qué agregar a esta obra?. Tu opinión nos importa; y mucho.